Casas de
troncos de madera laminada
Actualmente
también les ofrecemos las casas de madera de
TRONCO LAMINADO: viviendas de alta
calidad y solidez, con el aspecto clásico
de casas de madera del norte, acabadas con la madera
natural, 100% ecológias y con todas las prestacuiones
de una vivienda moderna. En principio, las casas de troncos estaban formadas por troncos apilados horizontalmente y ensamblados en las esquinas del edificio. Cuando aparecieron los primeros aserraderos de madera, los constructores empezaron a aserrar los troncos para aprovechar al máximo el material y estandarizar las medidas del mismo. La madera comúnmente
empleada en este tipo de construcción es el
pino nórdico –principalmente para las
piezas estructurales- y el abeto. El crecimiento del
primero, ayudado por las condiciones climáticas
en las que se desarrolla, es muy lento. Aproximadamente
hay que esperar cien años para tener un pino
rojo de categoría; con una relación
resistencia/densidad ideal para este tipo de construcciones.
Hoy la media de corta en los países nórdicos
está en torno a los 85 - 90 años. Así,
la madera presenta una densidad alrededor de los 500
kg/m3 y queda catalogada entre las denominadas “maderas
ligeras”. Su dureza es relativamente baja (aprox.
1,9). Sistema constructivo óptimo El sistema constructivo de casas de troncos parte de una cimentación sobre unos pequeños pilares de hormigón, que no tienen por qué exceder los 40 cm. de altura. Con ello se consigue una cámara de aire y un aislamiento de la humedad del suelo, sobre el que se apoya una solera durmiente que hará de soporte de los tablones de la estructura de la casa. Todas las paredes van entrelazadas, formando un solo cuerpo. Por ejemplo, una vivienda de 80 m2 en planta se puede alzar por dos puntos con eslingas para trasladarla o moverla, sin que sufra ningún tipo de deformación. Incluso se puede dividir las dos plantas de una vivienda, transportar y volver a ensamblar sin que el conjunto sufra variación o esfuerzo, encajando a la perfección los tabiques nuevamente unos con otros. Esto demuestra, de alguna manera, la dureza y resistencia de la madera empleada. Los tablones llevan como mínimo doble machihembrado, colocando un fieltro tanto en sentido horizontal como en los encuentros entre ellos, para garantizar la estanqueidad frente al agua y el aire. Hoy es habitual colocar el doble tabique, lo cual permite canalizar todas las instalaciones de una manera cómoda y muy versátil. Para controlar la dilatación de tan importante volumen de madera, en las esquinas y encuentros de tabiques es usual por parte de los fabricantes la introducción de varilla roscada, que hace de tensor y abarca todo el tabique en su verticalidad. Igualmente, cuando se emplea el doble tabique, los rastreles van sujetos en el interior mediante unos carriles de deslizamiento para compensar las diferencias de dilatación del tronco macizo exterior con el recubrimiento interior. Para la cubierta, en función de la medida de la vivienda, se utiliza cercha o vigas; siendo éstas en muchos casos laminadas, lo cual permite mucho más juego y desarrollo en cuanto al diseño de la casa. Sobre ellas se apoyan directamente cabrios o correas; encima los tableros o tarima, acabando la cubierta con trégola, teja mixta, cerámica u otro recubrimiento deseado. La norma esencial en la que radica una parte muy importante del aislamiento de este sistema es el aire. Las cámaras de aire son básicas, tanto en el suelo como en el techo, bajo la cubierta; como refuerzo de las lanas minerales y otros aislantes sintéticos. Prestaciones múltiples |